Emilio Lledó establece una profunda relación entre filosofía y lenguaje y defiende que la filosofía lejos de estar fuera de la realidad, se centra en ella. Desde niños surgen las preguntas y había que enseñar y hacer practicar la filosofía ya en los primeros años de la vida.
Las reflexiones sobre la educación realizadas por este gran pedagogo que es Lledó son muy críticas con el sistema actual que no favorece ni el pensamiento personal, ni la capacidad crítica. Es una enseñanza “asignaturesca” que solo va enfocada al memorismo y a los exámenes.
Hoy, critica Lledó, se despoja a los programas educativos de una formación ética y humanística y es imprescindible que la sociedad reaccione contra esta lacra. También muestra cómo hay lazos entre lenguaje y política. Una política que desprecia lo público y la auténtica cultura.
La cultura, en sentido antropológico es imprescindible para ser humanos y está entrelazada con el lenguaje, la comunicación y el sentido de la vida.
Estos y otros muchos temas tratados por Emilio Lledó son objeto de comentarios y de debate, refiriéndolos a la sociedad actual y a los grandes problemas que presenta.
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