Se debate en torno al concepto de democracia en el mundo liberal y la posibilidad de democracias deliberativas y participativas (Habermas, Dewey) o democracias radicales (Chantal Mouffe, o Jacques Ranciere). ¿La IA serviría para una profundización de la democracia más allá de las democracias burguesas al uso? ¿La IA impondría un modelo político en el que gobernaran los que “saben” al estilo platónico, ahora basado en los tecnócratas supuestamente expertos? ¿Sería la IA la que gobernara en manos de intereses capitalistas?
Estas preguntas dan lugar a referencias a hechos y situaciones actuales y a la discusión en torno al uso de la IA con unos fines u otros. No se podría pedir responsabilidades políticas a la IA que está en manos de gigantes tecnológicos que podrían utilizarla para controlar elecciones políticas, manipularlas o quizá transmitir información correcta.
Un gran riesgo en el uso de la IA podría radicar en crear burbujas de información y cámaras de eco que en vez de fomentar la pluralidad de opiniones y el debate público creara mundos cerrados sin posible intercomunicación que impidieran el ejercicio de una auténtica democracia.
