Valoramos
y discutimos en este programa el papel que Freud atribuye a la sexualidad en la
constitución de nuestra personalidad. Cuando Freud defendió la existencia de
una sexualidad infantil, escandalizó a sus contemporáneos. Esta sexualidad nos
acompaña, dijo, desde que nacemos hasta que morimos y por eso tiene tanta
importancia en nuestra manera de ser. Vamos analizando en esta sesión las fases
sexuales por las que pasaríamos a lo largo de nuestra vida que serían la fase
oral, la anal, la fálica, el periodo de latencia y por fin la fase genital.
Esta larga historia de la sexualidad marca nuestro inconsciente y con él
nuestra personalidad. Tras describir los rasgos de todo este proceso, nos
asomamos a ciertos complejos que perfilan nuestra vida como el llamado por
Freud complejo de Edipo, cuya resolución tiene gran importancia en nuestro
equilibrio psíquico, lo mismo que el complejo de Electra, descrito por Jung,
discípulo de Freud. Ya en un periodo avanzado del desarrollo del pensamiento
freudiano, Freud divide nuestro psiquismo en tres instancias que interactúan
entre ellas conflictivamente. Se trata del “ello”, del “yo” y del “superyó”. La
descripción de las características de estas instancias psíquicas nos muestra el
carácter conflictivo de nuestra vida interior. Todo esto da lugar en este
programa a diversos comentarios y valoraciones.
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